​Anna Ramiro

A lo largo de mi trayectoria profesional he tenido la oportunidad de acompañar a personas en diferentes etapas de la vida —infancia, adolescencia y edad adulta—, ofreciendo un espacio seguro donde poder expresar, sanar y crecer.

Cursé un máster en psicología infantil y juvenil, lo que me ha permitido comprender en profundidad las necesidades emocionales y evolutivas de los más pequeños y de los adolescentes.

Paralelamente, me he especializado en el trabajo con adultos, con formación específica en trauma y en la técnica EMDR, así como en el abordaje de situaciones de abuso sexual y violencia de género. Esta combinación de conocimientos me brinda una mirada integradora y sensible ante las distintas realidades que pueden atravesar las personas y las familias.

He trabajado en recursos comunitarios y especializados como el SIAD, donde acompañé a mujeres en situaciones de vulnerabilidad y violencia, y en el programa ABRIK del centro Violeta de Cubelles, acompañando a niños, adolescentes y familias en contextos complejos. Asimismo, cuento con experiencia en el acompañamiento de personas con trastornos de la conducta alimentaria, un ámbito que requiere una gran delicadeza y una comprensión profunda del sufrimiento emocional.

Mi manera de entender la terapia parte de la importancia del vínculo terapéutico: creo firmemente que sólo desde una relación basada en la confianza, el respeto y la seguridad se puede generar un verdadero proceso de transformación. Considero esencial adaptar cada intervención a la historia y al momento vital de la persona, con flexibilidad y sensibilidad.

Para mí, ser psicóloga no significa únicamente aplicar técnicas o conocimientos, sino también acompañar con presencia, escucha y humanidad. Detrás de cada historia hay una persona que busca alivio, sentido y esperanza, y mi compromiso es caminar a su lado en ese viaje hacia la recuperación y el crecimiento personal.